Llaman a la puerta y te traen un paquete de Amazon, hasta aquí todo normal, salvo por un pequeño detalle, no recuerdas haber pedido absolutamente nada. Abres el paquete y te encuentras una bolsita con semillas de plantas, ¿qué está ocurriendo?
Esto que parece un chiste, está ocurriendo más de lo que pensamos en zonas como USA y Reino Unido.
Los paquetes vienen normalmente de China, y no sólo incluyen semillas, sino en ocasiones productos como una linterna o pelotas de ping pong, todos ellos livianos con objeto de abaratar el envío.
Pero… ¿por qué recibimos mercancía que no hemos solicitado?
Por una técnica denominada brushing, que consiste en que vendedores tratan de posicionarse mejor en plataformas de comercio electrónico como Amazon, Aliexpress o eBay, para lo cual tratan de obtener calificaciones y reseñas falsas favorables.
Es decir, tener buenas reseñas como vendedor asegura mayor visibilidad y confianza a potenciales clientes dentro de estas plataformas. Por otro lado, se está empezando a luchar contra valoraciones falsas provenientes de usuarios que no sean clientes reales del producto, y por tanto que no hayan recibido paquetes del vendedor.
Así combinadas las premisas anteriores, este tipo de vendedores ha decido enviar paquetes indiscriminadamente, con objeto de poder llevar a cabo reseñas favorables así mismos, haciéndose pasar por supuestos clientes verificados por el envío del paquete.
Además más envíos supone más ventas de cara a la plataforma, y mejor posicionamiento por esta premisa.
El hecho de que el envío suela consistir en productos como semillas o pelotas de ping pong es claro, su valor es casi nulo.
¿Y por qué esto debe preocuparnos?
A priori uno puede pensar que tampoco es crítico recibir unas semillas en casa, las tiras directamente, o incluso las terminas plantando en una maceta. Bueno, a parte de que quizá haya que tener cuidado de que las semillas sean plantas invasoras, y te destrocen el resto de la jardinera, debemos preocuparnos por el hecho de que el envío realmente no es al azar.
El hecho de que hayamos recibido el paquete indica que el vendedor tiene acceso a información personal nuestra, como mínimo nombre, dirección, correo electrónico y teléfono. Incluso en algunos casos nº de tarjeta de crédito. Es decir, hemos sufrido un robo de datos personales, probablemente estos anden deambulando por la red, y estos vendedores maliciosos se están beneficiando de ello.
Además en algunos casos la estafa tiene mayores dimensiones, el envío en lugar de semillas es de aparatos electrónicos de valor, pero con el agravante de que los vendedores utilizan nuestra información de cuenta para rastrear el paquete, y tratar de recuperarlo antes de que el residente lo reciba en casa.
Consejos:
En caso de vernos en una de éstas, lo primero es avisar a la plataforma de comercio en cuestión de lo que está sucediendo.
Y lo segundo cambiar nuestras claves de acceso a la misma.