Una de mis aficiones es el motor, concretamente el de 4 ruedas, y he aquí que recientemente mientras consumía las típicas noticias relacionadas, cosa que suelo hacer por RSS, y especialmente con Feedly: https://feedly.com/ -una app imprescindible para mí-, me encontré con un titular que me dejó blanco: “Fernando Alonso casi pierde la vida en Australia”.
El titular era tal cuál, y lógicamente mi primer pensamiento fue “ésto es imposible”, todavía faltan días para que empiece el GP de Australia, no hay entrenamientos ni nada, estamos a martes… en fin, rápidamente el coco da vueltas, y la primera idea que me vino a la cabeza fue que le hubiese sucedido algo similar al accidente de bici que tuvo el año pasado en Lugano, y es que jugarse la vida a más de 300 km/h en cada GP, no quita para que la puedas perder de otra manera inesperada, como estando entrenando en bicicleta y que te atropelle una persona que maniobra para acceder al supermercado.
En todo caso, me temo que ni lo uno, ni lo otro, había sido víctima del denominado Clickbaiting, de modo que al acceder a la noticia completa encontré el aclaratorio subtítulo “Su imagen sobrevolando sobre el trazado de Albert Park estremeció a todos los aficionados del gran circo hace seis años”, hace seis años pensé, seis largos años, revisé incluso la fecha de la entrada de la noticia, no me lo puedo creer, me están dando de comer la noticia de hace seis años y he picado. De hecho creo que me quedé tan perplejo conectado a la página, que Google Analytics no habrá registrado mi visita como rebote.
Lo anterior no debiera sorprenderme, es decir, está claro que desde hace ya años el Clickbaiting es el nuevo formato y línea editorial del periodismo digital, pero creo el ejemplo anterior demuestra que sin duda se están pasando de la raya, como dijo Joey Tribbiani a Chandler cuando éste besó a su novia: «te has pasado tanto de la raya que ni siquiera puedes verla, la raya es un puntito para ti», y eso exactamente eso les pasa a la mayoría de medios digitales, ya sólo ven puntitos.
Por si alguna persona está perdida con esto del Clickbaiting o “cebo de clicks”, se puede resumir con que es una estrategia comercial, orientada a obtener el mayor número de clicks posibles hacia tus contenidos en internet (blog, página web o redes sociales), es decir, su objetivo es aumentar visitas y por consiguiente mayor viralidad e ingresos por publicidad.
Y para conseguir lo anterior, se utilizan diversas técnicas, que seguro que os suenan:
Listicles o artículos de listas:
Son los típicos titulares con listas del tipo: “10 cosas imprescindibles que debes hacer antes de morir”, “Los 25 tatuajes más sexys en la alfombra roja de los Oscar”, “5 ejercicios sencillos para conseguir un six pack antes de verano”…
Curiosity gap o brecha de curiosidad:
Son titulares a los que les falta un elemento clave, de modo que invitan al lector a pulsar la noticia para acceder a la información que falta, son la base de sitios como BuzzFeed o Upworthy, hablamos de ejemplos como: “Cómo ganar más de 1.000€ al mes desde el sofá de tu casa”, “Esto es lo que realmente pasó en Kiev”, “El mayor secreto de los influencers al descubierto”…
Y más:
Existen muchas otras técnicas basadas en el llamado copywriting -lo sé, todo son anglicismos-, que no es más que el desarrollo de títulos o textos persuasivos para acciones de marketing y venta, y ojo, que no es ninguna tontería, los profesionales en copywriting son muy solicitados y pueden ganar una pasta, sinceramente a mi me llama el tema, pero doy para ejemplos de títulos cutres como los anteriores.
En todo caso, el copywriting es más complicado de explicar, porque juega con la psicología y conocimiento de la mente humana, hablamos de técnicas como el uso de verbos de acción: “No firmes tu hipoteca sin leer esto antes”, utilización de retos hacia el lector: “¿Murió realmente Daenerys Targaryen? Averígualo”, y otras como uso de suspense, pronombres demostrativos, manipulación y más…
Dejando además de un lado la parte escrita, el Clickbaiting hace también uso de imágenes para conseguir sus objetivos, un buen ejemplo el la típica fotografía asociada a una noticia dónde aparece una chica guapa o sexy, que está más que comprobado funciona con el lector masculino.
¿Es todo lo anterior malo?
Pues lógicamente no, siempre ha habido y habrá contenido sensacionalista y viral, también fuera de los medios digitales (sobre todo determinada prensa escrita es un buen ejemplo), y los métodos de marketing son totalmente lícitos, y se utilizan en todas partes, desde cuando paseamos inconscientemente por el supermercado, a cuando escuchamos una cuña de radio. Además hay que reconocer, muchos de estos contenidos ayudan a evadir nuestra mente, no todo van a ser noticias serias y formales, lo viral también es entretenimiento y consumo fácil.
Sin embargo el problema que detecto, es que estas técnicas de cebo empiezan a estar omnipresentes en todos los medios, incluso los más formales, de modo que lo habitual es terminar encontrando una decepción de artículo o contenido detrás del click de turno, incluso aunque no seas de los que pinchan a la primera de cambio.
Esto deriva en otra cuestión, la pérdida del artículo periodístico de rigor, por otro dónde lo más currado es el título, y dónde el contenido no sirve absolutamente para nada, simplemente es eso, un cebo para que estés ubicado dónde estás.
Otro problema asociado, son los anuncios publicitarios en los medios de rigor, cada vez más integrados, de modo que se hace difícil distinguirlos, es la típica zona del diario digital de turno con noticias que realmente no son suyas, sino de otro medio con publicidad basada en el clickbaiting.
En definitiva, llevamos toda la vida conviviendo con estas técnicas, -y van a quedarse para siempre-, pero una cosa es indudable, por mucho que pensemos que podemos distinguirlas a la primera, es difícil escapar a titulares como los de Fernando Alonso.