Vamos a comenzar hablando de una triste realidad, nuestra triste realidad, en la que nuestros datos personales, nuestra información privada, forma parte de un lucrativo negocio por parte de los gigantes tecnológicos.

Debiera ser fácil entender, aunque no estoy seguro de que se logre visto el panorama, que los fantásticos servicios “gratuitos” que utilizamos a diario, hablamos de ejemplos como Meta (Facebook, Instagram, Whatsapp), Google (Gmail, Youtube, Drive, Maps…), TikTok o cualquier otro similar, poseen un objetivo claro: generar dinero, mucho dinero. De hecho, estas empresas son las que más beneficios generan en el mundo.

Y ahora viene la pregunta trampa ¿Cómo se genera dinero en un servicio que se publica de gratis? Bueno, esto da para otro artículo, pero digamos que principalmente por la publicidad, una publicidad dirigida en base a nuestros gustos, costumbres, opiniones, forma de pensar y de vivir… Por verlo en perspectiva, una empresa como Meta o Google puede conocernos mejor que nosotros mismos, y hace negocio con esa información para que otras entidades nos dirijan campañas publicitarias personalizadas. De este modo, la publicidad que nos llega no está basada en anuncios genéricos, sino que encontramos ya sin sorprendernos, que si por ejemplo pretendemos viajar los anuncios son de agencias u hoteles, y si se nos ha roto el móvil, de smartphones y tecnología. Esto como dice el dicho, es ir a tiro hecho, y por tanto se paga y bien, aunque entre medias escapemos importantes peros, el peor de todos: que muchísimas compañías recopilan, venden o compran nuestra información personal, datos del tipo, a dónde vives, dónde has estado, con quién sales, qué gustos tienes en la cama, cuáles son tus aficiones, qué comes, dónde sueles viajar, dónde trabajas, cuáles son tus estudios, quiénes son tus amigos y grupos afines, cuál es tu ideario político, tu posición social, etc… 

Dejando de lado todo el anterior preámbulo, vamos ahora a hablar de Apple, una compañía tecnológica atípica en los tiempos que corren, y es que su modelo de negocio es totalmente diferente al de los actores anteriores: no da nada de gratis, y pagas (y además a precio premium) por todos y cada uno de sus servicios y equipos. Además, tratan la privacidad con mimo, como un elemento diferenciador, destacándose en campañas publicitarias, o en lemas como el siguiente: “La privacidad es un derecho fundamental, y también uno de nuestros principales valores” de https://www.apple.com/es/privacy/.

Como cabe entrever, no todo es blanco y negro, Apple es en efecto uno de los que más aboga por la privacidad en estos momentos en los que más maltratada está esta, pero ojo porque aquí nadie es un santo, y subyace mucho marketing. 

Y así quedamos el resto, en el meollo de este desaguisado nos encontramos nosotros, y nuestra privacidad, que en realidad no es tan privada.

Todo el tinglado anterior sirve para posicionarnos un poco frente al tema a tratar, la reciente controversia del servicio Private Relay de Apple: https://support.apple.com/es-es/HT212614, muy criticado por otros grandes, y ahora denunciado por las operadoras de telecomunicaciones.

¿Y qué es eso del Private Relay? Pues básicamente una nueva e interesante funcionalidad creada por Apple orientada a proteger nuestra privacidad, y de la cuál nos podemos beneficiar si tenemos un Mac, iPhone o iPad, aunque eso sí, pasando por caja. y es que es necesario tener contratado un plan iCloud+ para poder disfrutarlo, plan que a día de hoy, va desde los 0.99 cts a los 9,99€ mensuales. Más info.

En todo caso, ¿qué es lo que tiene Private Relay que enfurece a tanta gente? pues básicamente que oculta a todo el mundo, incluida la propia Apple, tu tráfico web y de correo electrónico, es decir, nadie puede saber por dónde navegas en internet.

Para hacernos entender, el funcionamiento de Private Relay es básicamente el siguiente:

  1. Cuando vas a visitar una web cualquiera, por ejemplo desde tu iPhone cargar este blog, localmente tu equipo Apple cifrará la URL (https://ciberseguridadtotal.es), e importante, Apple no tendrá la llave para descifrarlo, 
  2. Posteriormente, tu iPhone se conectará a los servidores de Apple, de modo que de cara a las operadoras o terceros que proporcionan el medio, sólo se podrá ver que estás accediendo a equipos de la compañía de la Manzana. Los servidores de Apple recibirán la IP de tu conexión, y la URL, que debemos recordar está cifrada, y Apple no puede descifrar.
  3. A continuación los servidores de Apple, reenvían la petición a un intermediario (a modo informativo se trata de la reconocida empresa Cloudflare), este intermediario si que tiene la clave para descrifrar la URL, pero no recibe tu IP real, por lo que no puede relacionar lo que vas a visitar contigo.
  4. Por último, el intermediario accede a la URL que pretendes visitar con una IP temporal, con lo que el sitio que visitas, tampoco puede relacionarte a la visita.

Y voilá, más o menos este es el proceso, recopilado el contenido de la web, se cifra y termina llegándote a ti, para quién todo estos pasos han sido transparentes e instantáneos.

Algunos lo comparan a una VPN, aunque hay diferencias marcadas, como el hecho de que el que te da el servicio VPN si puede conocer lo que visitas, de hecho algunos servicios populares de este tipo se han visto implicados en cosas feas, a modo de apunte, es importante en este sentido seleccionar un servicio VPN de confianza, y de pago, ya que si es gratis está claro que el negocio serás tú (tus datos). Además Privacy Relay no protege todo el tráfico, sólo web y de correo, y no enmascara tampoco el país de origen, aunque sí la IP como hemos visto.

Y bueno, visto todo lo anterior, uno podría pensar: vale, ¿y cuál es entonces el problema? pues qué Privacy Relay hace que otros dejen de poder ganar dinero con nuestros datos, y por ejemplo varias operadoras europeas, entre las que están las reconocidas Telefónica, Vodafone y Orange, han denunciado ante la Comisión Europea este servicio. La denuncia se fundamenta en varios puntos más que cuestionables, como el freno a la innovación o la imposibilidad de cumplir con bloqueos judiciales, pero el que más chicha tiene es el de que supone un ataque frontal a su modelo de negocio, y aquí uno necesita hacer un stop y tomarse un respiro, porque…, ¿cuál es el negocio entonces de las operadoras? Lo lógico es pensar que se fundamenta en esas factura mensuales que abonamos los clientes por sus servicios, de hecho España por ejemplo es el sexto país con el internet más caro de Europa según Ofcom. Hay que constatar que los servicios de internet y datos, no son precisamente económicos, a pesar que reconozcámoslo, se han convertido en un bien de primera necesidad. Entonces, ¿por qué Privacy Relay es un ataque a su modelo de negocio? Pues la respuesta está clara, las operadoras son, y sobre todo tienen la intención de ser, protagonistas en el mercadeo de nuestros datos privados, bienvenidos todos a la triste realidad que señalamos al principio del artículo.