Decir que nuestro navegador web es un elemento crítico de nuestra privacidad no es ninguna novedad, al fin y al cabo podemos presentar a este programa como la puerta hacia internet. Pero claro, siempre hay puertas y puertas, y no es lo mismo el control existente en la de un aeropuerto, que en la de entrada al garaje de tu casa.

Y ojo, que en lo relativo a los navegadores, nadie se libra, todos filtran parte de tu identidad o historial de navegación, pero el tema es que siguiendo el símil anterior, algunos se parecen más al aeropuerto, y otros a la puerta del garaje.

Y en estas, hay un proyecto open source la mar de interesante, llamado PrivacyTests: https://privacytests.org/ que se merece una entrada en este humilde blog.

Básicamente unos tipos, que además tienen publicado todo el código para su libre descarga en Github: https://github.com/privacytests/privacytests.org, han desarrollado una batería de tests orientadas a darnos una perspectiva del buen hacer de los navegadores típicos, con nuestros datos personales. 

En concreto, los navegadores que son puestos a prueba son: Brave, Google Chrome, Microsoft Edge, Mozilla Firefox, Librewolf, Opera, Apple Safari, Tor, Ungoogled y Vivaldi ( buena variedad).

Además, de modo periódico llevan a cabo estos tests, y publican los resultados en la web del proyecto anteriormente mencionada: https://privacytests.org

Y básicamente ya está, si entramos en su portal, veremos los resultados de los tests bien ordenaditos en una tabla, incluso, podemos ver qué deparan los resultados en los distintos entornos de trabajo en los que nos movemos habitualmente:

  • Navegadores en PC de escritorio: que son los resultados por defecto mostrados.
  • Navegadores en modo privado: interesante ver las diferencias y cómo se comportan en este modo, en teoría incógnito.
  • Navegadores en Android: para ver las diferencias cuando utilizamos un smartphone o tablet con el OS de Google.
  • Navegadores iOS: para comprobar el comportamiento en un iPhone/iPad de Apple.
  • Nightly builds: porque incluso tienen tests para las versiones más recientes, que todavía no están en modo producción de todos estos navegadores.

En cuanto a lo que deparan los resultados, os adelanto que Brave: https://brave.com/es/ y LibreWolf: https://librewolf.net/ copan los primeros puestos, ambos son minoritarios, aunque pretenden hacerse hueco precisamente con el argumento de prestar atención a los aspectos de seguridad y privacidad de usuario. 

Y ambos tienen un origen interesante:

  • Brave es el más conocido de los dos, y su creador Brendan Eich, fue cofundador del Proyecto Mozilla (los que hicieron el navegador Firefox) y creador de Javascript. Nació sobre la base de Chromium (la versión libre de Chrome), y su principal objetivo es actuar como bloqueador de publicidad y rastreadores. Respecto a lo primero, bloquear la publicidad de los portales web, supone un problema al dejarlos sin estas fuentes de ingresos, por lo que surgió Brave rewards, que permite publicidad sobre unas reglas más estrictas y menos intrusivas, y lo hace además eliminando intermediarios y con una tecnología blockchain innovadora.
  • Librewolf por su parte, es básicamente una versión tuneada de Firefox orientada a mejorar su privacidad y liberada bajo licencia OpenSource. Un pro de este navegador es que está ligado a Firefox, y se compila por tanto cada vez que sale una nueva versión de éste, garantizando por tanto compatibilidad y funcionalidad. A parte, añaden técnicas antirastreo, de bloqueo DRM y telemetría, e incluyen por defecto el reconocido bloqueador de publicidad uBlock Origin: https://ublockorigin.com/, así como buscadores alternativos que miman más la privacidad como DuckDuckGo: https://ciberseguridadtotal.com/duckduckgo-una-puerta-diferente-a-internet/

El único “pero” que puede ponerse a privacytest, es que su principal responsable terminó fichando por Brave, cuestión que no esconde y de la que habla en el proyecto: https://privacytests.org/about.html. Podríamos ser malpensados, y más teniendo en cuenta que Brave destaca sobre los demás en las pruebas efectuadas, pero creo podemos estar tranquilos y evitar pensar en complots oscuros, por varios motivos, el fundamental, que cualquiera tiene acceso al código fuente de los tests ejecutados.

Como última reflexión, hemos profundizado algo más sobre algunos navegadores, que no nos vamos a engañar, son desconocidos para la mayoría. Pero fijándonos en los protagonistas de hoy en día: Chrome, Edge, Firefox o Safari, también notaremos importantes diferencias, de hecho nos sorprenderá la práctica ausencia de “Passed privacy test” en la columna del primero.

Quizá iniciativas como privacytests, conlleven que cambiemos nuestro navegador por defecto, o quizá no, pero en todo caso lo que es seguro es que nos ayudarán a comprender mejor el comportamiento que tiene.