Quis custodiet ipsos custodes, o quién vigila a los vigilantes, es una expresión que data del poeta romano Juvenal, por lo que es un concepto sobre el que se ha dado más de una vuelta desde hace tiempo.

El debate viene sobre una conversación reciente entre colegas de trabajo, uno de ellos comienza una nueva aventura profesional dentro del departamento IT de una conocida entidad bancaria, y entre bromas salió el tema de que no nos hiciera picias al resto, entonces alguno comentó que eso era imposible, pero en realidad ¿cómo de imposible? Esto lo puedo relacionar con otro amigo mío, con alto puesto en Hacienda, que lógicamente puede acceder a información sensible para hacer su trabajo correctamente.

Estas anécdotas no lo son tanto, si al otro lado de la línea nos encontramos con una persona miserable, capaz de utilizar los medios que tiene a su alcance para hacer daño, y esto da para argumento de película. 

Recientemente, Vice se ha hecho eco de un un documento filtrado de Google por Motherboard: https://www.vice.com/en/article/g5gk73/google-fired-dozens-for-data-misuse, dónde reconocen haber despedido a 80 personas entre 2018-2020 por acceder a información privada sin permiso. Quizá algunos casos puede deberse a un error humano o despiste, aunque reconocen otras consecuencias para el personal que no trata bien los datos como orientación o formación, por lo que entiendo que el despido denota algo más grave y hecho a conciencia.

La noticia pone como ejemplo, el caso trascendido a los medios en 2010 de David Barksdale, que aprovechó su posición en Google para acceder a cuentas de menores, e incluso eliminó el bloqueo que un adolescente había configurado contra él.

También en Vice encontraremos algunos artículos similares de casos parecidos en Facebook: https://www.vice.com/en/article/bjp9zv/facebook-employees-look-at-user-data, Snapchat: https://www.vice.com/en/article/xwnva7/snapchat-employees-abused-data-access-spy-on-users-snaplion y MySpace: http://vice.com/en/article/j5w4xx/myspace-employees-spied-on-users-with-internal-tool-overlord.

Hablamos de casos realmente serios, como por ejemplo trabajadores que acosan a ex-parejas, aprovechando su posición para localizar sus movimientos e información personal.

Famoso también es el denominado “Visor de Dios” de Uber: https://www.theguardian.com/technology/2016/dec/13/uber-employees-spying-ex-partners-politicians-beyonce, y la polémica porque empleados de Uber haciendo uso del mismo, accedieran a los movimientos de políticos de alto nivel, famosos, y como no, la reiterativa vigilancia de sus parejas y ex-parejas.

Y no se denomina visor de Dios, pero bien podría serlo, el sistema de vigilancia y reconocimiento facial de países como Reino Unido, China o Rusia. En este último, resultan alarmantes noticias como la siguiente: https://news.trust.org/item/20201109090922-3k4a5/, donde la activista Anna Kuznetsova pone de manifiesto lo sencillo que es contratar en internet o telegram, por unos 180€ al cambio, el seguimiento y espionaje de una persona. Simplemente envías la foto de quién quieres seguir, y recibes a cambio un concienzudo informe con fotografías de dónde ha estado esa persona, todo ello enmarcado con policías corruptos o personal con acceso al sistema, que ha hecho negocio con sus accesos.

Quizá una frase que resuma el problema se encuentra en el artículo de The Guardian: https://www.theguardian.com/technology/2018/mar/16/silicon-valley-internal-work-spying-surveillance-leakers, dónde un ex-trabajador de Facebook aseguró lo siguiente: “When you first get to Facebook you are shocked at the level of transparency. You are trusted with a lot of stuff you don’t need access to”.

En fin, no es necesario emparanoiarse, pero es de recibo conocer y remover conciencias, estaría bien un remake “actualizado” a las nuevas tecnologías, de la notable película de 1998 “Enemigo público”, con Will Smith y Gene Hackman: https://www.filmaffinity.com/es/film634106.html. Que grande es Gene Hackman.