PrivacyGuides: https://www.privacyguides.org/ hace su carta de presentación con una pregunta al aire, una buena pregunta además:

¿Por qué debería importarme mi privacidad si no tengo nada que esconder?
Y continúa explicando que no siempre tuvimos acceso a derechos que hoy consideramos básicos, como el matrimonio interracial, el sufragio femenino o la libertad de expresión, de hecho, en muchas dictaduras éstos aún no se reconocen. Generaciones anteriores a la nuestra, lucharon por estos derechos, incluyendo también el de privacidad sin ningún tipo de discriminación.

El anterior párrafo obtenido de su web oficial nos sitúa perfectamente, PrivacyGuides es un punto de partida para cuidar nuestra privacidad online, y lo más importante, para hacerlo desde una perspectiva práctica, porque proponen mogollón de herramientas y utilidades Open Source, que miman este aspecto. 

No hace falta reseñar que en este blog he tocado el tema de privacidad prácticamente siempre que he tenido ocasión -lo sé, soy un pesado-, pero es que creo es fundamental y falta mucha conciencia al respecto, y además espero seamos nosotros, nuestra generación, la que luche y recupere los derechos de privacidad online que sin duda hemos perdido. Aunque soy realista, y sé que probablemente tengan que ser las nuevas generaciones que vienen, que han mamado las nuevas tecnologías desde su nacimiento, las que se echen las manos a la cabeza y propongan un punto de inflexión sobre todo esto.

Sea como fuere y por poner un ejemplo cualquiera, como hablamos en el artículo sobre Exodus: https://ciberseguridadtotal.com/exodus-auditoria-de-privacidad-de-aplicaciones-android/, resulta un sinsentido que una simple aplicación para escuchar música, solicite permisos de todo tipo en nuestro smartphone, y utilice nuestros datos personales recopilados, que nada tienen que ver con el objetivo inicial de reproducir canciones, para comercializarlos a otras compañías, y obtener un beneficio por publicidad ajeno a lo que inicialmente pintan. Y que además todo lo anterior se enmascare con  tochos de texto legales infumables que nadie lee, y además debe aceptar por cachabas para utilizar el servicio. 

Aquí sin duda, el mayor problema es que suele haber pocas alternativas, todos los grandes están en el negocio sucio de trapichear con nuestros datos -seamos realistas, es mucha pasta-. Y esa falta de competidores viene dada por 2 motivos fundamentales: 

  • Que todo lo queremos de “gratis”, y además así nos han acostumbrado que deben ser las cosas desde hace tiempo. Por ejemplo, hasta no hace tanto, utilizar un simple GPS suponía adquirir un dispositivo no precisamente barato (hablo de los típicos TomTom, Garmin…) y pagar además por suscripciones anuales para tener los mapas actualizados, o en su defecto comprar una aplicación en la Store de turno del smartphone, e igualmente mantener una suscripción periódica. Y de repente llega un servicio como Google Maps a coste cero. Pues es normal y lógico utilizar el segundo, no pagamos un duro y en cuanto a funcionalidad tenemos algo igual de bueno sino mejor. Si ahora de nuevo otro competidor nos plantease volver al panorama anterior, y pagar por un servicio similar, lo más seguro es que no lo consideraríamos en absoluto, por mucha privacidad que prometiese, y no lo consideraríamos porque entre otras cosas, hemos interiorizado que este tipo de servicio es gratuito.
  • Que hay opacidad por parte de los gigantes tecnológicos, y por parte de las instituciones gubernamentales que han hecho la vista gorda durante años. Es decir, no hay conciencia, pero es que tampoco hay información. Cuando utilizas como en el ejemplo anterior Google Maps, en general se desconoce que el objetivo de Google no es facilitarte la vida, sino hacer negocio con tus datos. ¿Alguien sabe cuánto valen sus datos? o ¿Tiene claro con quién los comparte Google? ¿Alguien ha leído las condiciones legales asociadas al servicio? La cuestión es complicada.

En todo caso no quiero liarme más, vamos a ir al grano, porque en PrivacyGuides encontraremos algo más que estos mensajes de concienciación.

Por un lado, encontraremos el denominado modelo de amenazas, que se traduce en cómo podemos organizarnos y llevar a cabo los primeros pasos si esto de la privacidad online nos importa, distinguiendo las posibilidades que tenemos, y hasta dónde podemos llegar. Es decir, debemos tratar de ser prácticos y tener en cuenta 2 aspectos importantes:

  • Por un lado que cambiar nuestras herramientas habituales por otras diferentes que ofrecen más privacidad, puede ser traumático, por diferentes motivos, tenemos que aprender a utilizar o sacar partido a las mismas, y podemos encontrarnos que nos faltan funcionalidades que considerábamos imprescindibles -ojo, que también puede suceder todo lo contrario, y que migremos a algo más intuitivo y mejor desde el primer momento-, pero hay que tener los pies en la tierra.
  • Por otro lado debemos tener en cuenta que no existe la privacidad absoluta, es imposible llegar a tapar todas las amenazas que nos rodean, y un buen plan es empezar por preguntarnos qué es lo más crítico para nosotros, qué es lo que consideramos primordial proteger, y tomar medidas poco a poco sobre estos pilares básicos. Estos pilares cambiarán entre una persona y otra, es decir, no serán las mismas prioridades para un periodista que para un deportista famoso, e incluso diferirá según dónde nos encontremos, no es lo mismo el entorno de un periodista occidental, que uno que viva en un régimen dictatorial, cada persona es un caso particular.

Y llegamos a lo mejor de todo, el conjunto de herramientas propuestas en https://www.privacyguides.org/ a través de los menús superiores de su web. Estas herramientas, Open Source en su mayoría, nos proponen alternativas prácticas que cuidan de nuestra privacidad. 

Por ejemplo, en Navegadores encontraremos opciones como Mozilla Firefox, Bromite y Safari, diferentes al habitual Google Chrome. 

También es interesante la denominada sección “Proveedores”, dónde encontraremos alternativas a los proveedores de servicio típicos, por ejemplo, en lo relativo a correo electrónico, nos proponen servicios como ProtonMail y MailBox.org en lugar de los típicos Gmail u Outlook. Otro ejemplo es el de los buscadores, donde encontraremos alternativas como DuckDuckGo del que hablamos en: https://ciberseguridadtotal.com/duckduckgo-una-puerta-diferente-a-internet/

Como despedida, me gustaría añadir que no todo es blanco y negro, que tampoco se trata ahora de cambiar toda nuestra manera de trabajar, y sustituir todas las herramientas que hemos interiorizado durante años, pero si creo es importante empezar a concienciarnos de esta problemática, y empezar a comprender que hay alternativas, y que la búsqueda y uso de las mismas puede hacer cambiar el panorama.

Por último si buscáis acerca del proyecto en internet, os podéis encontrar con enlaces diferentes, y es que todavía está disponible la url anterior del proyecto: https://www.privacytools.io/, así como una traducción no oficial al español en: https://victorhck.gitlab.io/privacytools-es/. Ambos enlaces son útiles pero no están al día, como si podemos estar al día es conectando con PrivacyGuides por Reddit: https://www.reddit.com/r/privacyguides y Twitter: https://twitter.com/privacy_guides, así como realizar peticiones y ver en detalle su hoja de ruta en Github: https://github.com/privacyguides/privacyguides.org