Hace tiempo publiqué un análisis en este blog sobre una cámara de seguridad Xiaomi, muy acertada para un entorno doméstico, y con la que por un precio realmente contenido, podemos tener un interesante sistema de avisos y videovigilancia en el hogar: https://ciberseguridadtotal.com/analisis-camara-de-seguridad-xiaomi/. Seguramente además por el tiempo transcurrido, haya nuevos modelos actualizados, que con suerte hayan corregido algunos de los contras que en su momento señalé, por lo pronto a nivel de software, confirmaros que la cosa ha mejorado en cuestiones como el apagado/encendido del equipo, programación de vigilancia o errores en el inicio de sesión tras actualizar la app.

Sin embargo, para un entorno profesional con decenas de cámaras, la cosa cambia, y lógicamente necesitas otro tipo de sistemas más adecuados. En este sentido, opciones en el mercado hay muchas, y creo que puede ser interesante contaros mi experiencia personal, por si a alguno se encuentra en la tesitura similar, y le sirve de ayuda.

Comenzaré relatando lo que me encontré en un centro de trabajo “X”, que realizó una importante inversión en un sistema de CCTV. La instalación la ejecutó un tercero especializado en este tipo de servicios, sin embargo el resultado dejó bastante que desear. Como ocurre en muchas ocasiones, de repente te encuentras administrando y solucionando los problemas de un sistema en cuya evaluación no has participado, del cuál no eres experto, y que supone definitivamente un marrón. El panorama básicamente era el siguiente:

  • El software, cuyo nombre prefiero omitir, tenía bastantes carencias, la función de detección de movimiento era una verbena, y lo mismo se activaba por un cambio solar, que no grababa si una persona pasaba por delante, de modo que no tuvimos más remedio que activar grabación contínua, con la consecuente necesidad de ampliar disco. Las actualizaciones no estaban incluidas en el coste, por lo que plantearse mantener el sistema actualizado disparaba aún más la factura.
  • El “grabador” era una milonga, un equipo clónico con bastantes limitaciones hardware que como única peculiaridad tenía una caja con forma de DVD engordado. Para más inri, corría un sistema operativo obsoleto, un Windows XP en versión Home, y aunque de esto han pasado años, ya entonces estaba a punto de llegar al fin de su vida útil. Por poner un ejemplo, el disco duro dónde se almacenaban las grabaciones, tardó menos de 6 meses en decir basta, y la RAM tuvimos que ampliarla al poco.
  • Respecto a la interfaz, dejaré de lado que fuera poco intuitiva o que careciera de la posibilidad de ver todas las cámaras a la vez o por zonas en modo cuadrícula, porque lo más crítico es que fuera necesario conectarse con sesión de usuario al inseguro Windows XP para poder utilizar el sistema, o eso, o se instalaba el cliente de modo visualización en otros equipos, no sin librarse de pasar de nuevo por caja.
  • En lo relativo a las cámaras, he de reconocer que seleccionaron una buena marca (Axis), de modo que únicamente uno de los aparatos nos terminó dando problemas a lo largo del tiempo. Eso sí, la ubicación de las mismas fue igualmente un chiste, de modo que zonas de entrada quedaban sin cubrir, y en otras por la ubicación lejana de la cámara no se permitía distinguir si lo que había pasado era una persona o un mapache.

Así que teniendo en cuenta el anterior escenario, decidimos que era necesario cargarse al grabador, al software, y a otras tantas cosas, y mejorar un sistema que presentaba demasiadas carencias.

Y tras una evaluación preliminar, y siguiendo la habitual apuesta por soluciones OpenSource, implantamos ZoneMinder: https://zoneminder.com/. Aunque desgraciadamente, la apuesta no salió todo lo bien que debiera. 

De antemano, apunto que sigo creyendo en ZoneMinder como una gran solución CCTV, y además considero que mejora sensiblemente  lo que había antes. De un plumazo contamos con bondades como:

  • Un acceso web centralizado para gestionar el sistema de CCTV y visualizar grabaciones.
  • Una app para acceso a través de smartphone.
  • Un ahorro de costes significativo, el OS pasó a ser un Linux, las actualizaciones del programa gratuitas para siempre.
  • Y en la parte del grabador, una gran libertad en la selección del hardware, unida a la significativa mejora de rendimiento y robustez con Linux.

Sin embargo, también hubo algunos peros:

  • Por algún motivo ZoneMinder no anduvo fino, el servicio caía espontáneamente de vez en cuando, y aunque sucedía pocas veces, era un problema. En este sentido entiendo que con una revisión profunda o reinstalación seguro hubiéramos llegado a una solución definitiva.
  • El tamaño de las grabaciones creció exponencialmente, y es que ZoneMinder en lugar de video almacena secuencias de imágenes, lo cuál además de ser menos cómodo en la visualización o descarga de grabaciones, propone la necesidad de disponer de mayor capacidad de disco.
  • El interfaz web de gestión es bastante espartano, mejora con mucho lo que teníamos, pero es necesario reconocer que le vendría bien un lavado de cara.
  • La configuración es más compleja, añadir un modelo de cámara concreto supone revisar opciones, y testear distintos modos para conseguir un funcionamiento correcto.

Así que con todo lo anterior, volvimos a evaluar de nuevo opciones, entre las mismas: iSpy: https://www.ispyconnect.com/, Shinobi: https://shinobi.video/, Kerberos.io:https://kerberos.io/ y BlueIris: https://blueirissoftware.com/

He de reconocer que aunque fuí quién puso todas las opciones anteriores sobre la mesa, la evaluación y tests fueron llevados por otras personas, por lo que no puedo daros pros/contras en primera persona, entiendo a priori, cualquiera de ellas es una solución más que apta. En todo caso, si puedo confirmaros que terminamos seleccionando BlueIris, y no nos arrepentimos en absoluto de la elección. 

Es verdad que tiene algunos peros, requiere un entorno Windows para ser funcional, y mayores requisitos hardware (CPU, RAM, tarjeta de video) de los que teníamos antes, y además es de pago.

Pero en lo relativo al coste no es nada desmesurado (69,95$), y las ventajas que hemos encontrado hacen que merezca la pena pagarlo:

  • La configuración es mucho más sencilla, en todos los sentidos: servidor, cámaras, periodicidad de grabaciones, el tiempo invertido en la puesta en marcha disminuye muchísimo, y las tareas de ir afinando cosas con el tiempo desaparecen.
  • Las actualizaciones igualmente son más sencillas de mantener e implementar.
  • Con diferencia, mejora el funcionamiento de zonas de grabación y detección de movimiento respecto a cualquiera de las soluciones de antes.
  • La interfaz es la más potente de todas, es posible acceder vía web y disponer de vistas cuadrículas avanzadas por zonas. El acceso a las grabaciones en línea de tiempo es el más cómodo, y en general el salto de calidad es más que notable.
  • El sistema es el más robusto que hemos utilizado, ninguna caída de servicio derivada de un cuelgue o bloqueo software.

Así que en definitiva, recomiendo BlueIris como solución de CCTV, y esto sin tener ningún tipo de interés comercial en esta marca, ni mucho menos, de hecho en este sentido siempre he tratado de promover herramientas libres. 

En todo caso, si estáis en una de éstas, como he repetido en otras ocasiones, lo suyo es hacer hincapié en el proceso de evaluación de cualquier tipo de cambio en nuestra infraestructura, y por tanto la recomendación es que  probéis más o menos a fondo, todas las soluciones comentadas en el artículo, y complementéis la información con otras reviews en internet.

Antes de despedirme, otro briconsejo, en lo relativo a cámaras, creo que se ha ganado que destaque al fabricante Hikvision por su buena relación calidad-precio.